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Ya estamos en Otoño, una época de cambios

¿Qué cambios pasan en Otoño?

El otoño trae consigo muchos cambios en la naturaleza, en el clima, en los animales y en el cuerpo humano.

El día y la noche va igualando su duración en horas. Y con el paso de los días, la noche gana al día, se produce un descenso en la temperatura y nos encaminamos hacia el invierno.

La reducción de horas de luz y el frío provocan evidentes cambios en la naturaleza y en nuestro cuerpo.

La medicina tradicional china explica cómo se produce un cambio del yang hacia el yin, pasando de una energía más extrovertida a una más introvertida.

El otoño, al igual que el resto de estaciones, nos trae diferentes mitos, leyendas y datos curiosos como la caída masiva del pelo, aunque se trata de un proceso natural del ciclo del cabello denominado telogen. El otoño también nos hace subir de peso, pues debido a la falta de vitamina D, se reduce la descomposición de las grasas y tendemos a almacenarla.

¿Qué nos pasa en Otoño?

Al bajar la temperatura también baja nuestra energía, lo que conlleva que tenemos más sensación de fatiga, también menos ganas de estar fuera de casa y hacer planes en el exterior y preferimos, incluso, estar solos.
Se nos modifica el carácter, nos volvemos más reservados, mal humor, apatía y asilamiento social.

Nuestro cuerpo necesita más calorías, al contrario que en el verano que consumimos más líquidos. Se nos modifica el carácter: más reservado y sombrío.

Todo parece que existe una relación entre una menor luz solar y unos niveles bajos de serotonina en el cerebro, lo que desemboca en un estado casi depresivo y de astenia otoñal, donde nuestros ciclos de sueño-vigilia están alterados.

El llamado Trastorno Afectivo Estacional (de sus siglas en inglés, Seasonal Affective Disorder, SAD)  surgen variaciones en la luz y en el tiempo atmosférico.

El otoño es ideal para depurar el organismo según las tradiciones medicinales asiáticas. Esto se debe al calor acumulado durante el verano, que provoca una pérdida continuada de agua y sales que provoca una mayor concentración de toxinas.

En el cambio de temperatura puedes sustituir las bebidas frías por infusiones. Una de las más recomendadas para el otoño es el té con jengibre y canela. Te aporta vitalidad y energía.

Lo mejor es prepararlo de manera natural, sin necesidad de bolsitas. En una olla pones a hervir agua, corta en dados de jengibre fresco y añádelos al agua que está hirviendo, también puedes agregar un palito de canela, un chorro de limón y deja reposar. Puedes añadir incluso un poco de miel a tu gusto.

Cada temporada (estación) tiene productos y recetas propias, pero otoño es una de las estaciones en que más se deben seguir, ya que el cuerpo necesita ganar energía y hacer frente al frío que está por llegar.
Realiza elaboraciones más lentas, que incluyan verduras al vapor, tubérculos, cereales integrales, guisos o currys suaves.

El agua te ayuda a los cambios en Otoño

  • Bebe más agua u otros líquidos a temperatura templada, ya que entre 12º y 18º favorece su ingesta.
  • Sino te gusta el agua sola, añádele rodajas de limón o naranja, o bien unas hojas de menta o hierbabuena.
  • Infusiones de valeriana, tila, melisa o espino albar, entre otras plantas. Pruébalas frías ó calientes.
  • Beber infusiones como té, café, manzanilla u otras que son una forma de sumar líquidos a la dieta diaria. Su temperatura caliente puede ayudarte a lograr una ingesta adecuada de agua a lo largo del día.
  • Calcula beber unos 8 vasos de agua a lo largo de todo el día e inclúyelo como un hábito saludable.